domingo, 30 de septiembre de 2007

Decisiones

La vida está hecha de decisiones... yo no creo en eso de que está todo escrito, creo que vamos escribiendo minuto a minuto.
Somos lo que somos, gracias a lo que decidimos cada vez que se nos presenta una disyuntiva (me vino a la mente el recuerdo de los libros "Elige tu propia aventura").
Y si bien no me arrepiento de mis decisiones, siempre me asalta la duda de "que hubiera sido si...", sobre todo en cuanto a una cuestión en particular: que sería de mí hoy, si en aquel febrero de 2002 cuando se me presentó la oportunidad, me hubiese quedado a vivir en Estados Unidos?
Trato de imaginarlo, y el abanico de posibilidades es tan grande, que me pierdo en el intento...
Creo que fue uno de los momentos más cruciales de mi vida, era un vuelco de 180 grados, y tenía una decisión tomada, pero sobre la hora reculé y mi subí al avión de vuelta.
A la distancia siento que fue una buena decisión, hoy soy feliz de ser quien soy, de haber conocido al negrito de mi corazón y estar construyendo esta familia; pero no puedo dejar de sentir esa curiosidad.
De todos modos, a lo largo de todo este tiempo transcurrido, hubiese tenido que tomar tantas decisiones, que las posibilidades son infinitas, acá, allá, o donde fuere...

jueves, 20 de septiembre de 2007

De la vida real

Escena tomada de la vida real: consultorio del médico, ingresa una chica con un bebé en brazos, acompañada de su marido, y la mamá de él.
En el consultorio hay dos sillones de dos cuerpos libres, en ángulo recto. La chica con el bebé se sienta en uno, la señora se sienta en el otro... ambas miran al muchacho como indicándole que se siente a su lado. Él mira a su mujer, luego mira a su madre, quien le sonríe y pegando unas palmaditas en el espacio libre del sillón, a su lado, le indica tiernamente que se siente.
Él se sienta al lado de mamá y la toma de la mano, mientras su mujer pone cara de traste y mira hacia bajo como diciendo "me casé con un mamerto..."
Hasta ahí, es gracioso. Pero luego, el mamerto empezó a hablar en tono estruendoso dejando escuchar frases como "no, mami, ella no es como vos", o "callate tarada, por que no aprendés de mamá?".
En ese momento fue cuando tuve el impulso de pararme y caerle a golpes al papanatas en cuestión, pero el negrito que observaba a mi lado la escena en silencio, me agarró del brazo como si hubiera intuido que yo estaba por estallar.
Ellos entraron a un consultorio (si, la pareja con su bebé recién nacido, y la mamá de él!), y nosotros dos a otro, y no volvimos a verlos.

Un mensaje para todos los hombres que puedan leer este blog: si se sienten identificados con este muchacho, o si de alguna forma están tratando de buscarle justificativos, háganle un bien a la humanidad toda, cómprense una muñeca inflable, y nunca, nunca vuelvan a acercarse a otra mujer que no sea su propia madre.
Gracias.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Cansada de tanto oportunismo

No está mal aprovechar eventualmente el devenir de los hechos en nuestro propio beneficio, no.
Pero una cosa es saber aprovechar una circunstancia favorable, y otra es ser un oportunista hecho y derecho.

No veo mal que algunos de mis colaboradores aprovechen que en este momento sea muy dificil cubrir todos los puestos necesarios (debido a la oferta y la demanda, muchas ofertas laborales para poca gente con la capacidad necesaria para cubrirlas) para pedir aumento. No está mal. Es más, se lo aconsejé a más de uno.
Pero de ahí a aprovechar esta misma circunstancia para llegar a cualquier hora, irse temprano, hacer la mitad del trabajo, y encima plantarse con actitud de "hago lo que quiero porque si no, me voy y a vos te va a costar conseguir otro", todo eso aún habiendo conseguido el aumento de sueldo solicitado, eso me parece oportunismo sucio y barato.
Esta gente se olvida que alrededor tiene un grupo de trabajo al que perjudican con sus actitudes y su negligencia. Estos oportunistas se cagan en la gente que tiene que salir a tapar los agujeros que dejan.
Se plantan con la actitud amenazante de "mirá que me voy, eh?!", y si por mi fuera les diría "ok, andate". Pero si bien soy responsable por su trabajo (es decir, recibo los cachetazos de cada cagada que se mandan), no tengo la autoridad para prescindir de sus servicios.

Me parece bien aprovechar las carencias del mercado para obtener mejores condiciones laborales, si.
Pero de ahí a aprovecharlas para trabajar poco y mal, me parece lamentable, poco profesional, bajo y despreciable.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Nace un nuevo blog

Así es... Finalmente, decidí hacer un blog separado para contar como evoluciona el porotito.
No sé si podré postear seguido o no, no pienso obligarme a nada, las cosas fluirán como deban. Por ahora está bastante peladito, y tiene sólo el post inicial (que para los que leen esto puede resultar un poco reiterativo), pero quería inaugurar de alguna manera ese pequeño lugarcito donde volcar todo esto que estamos viviendo.
Sin más preámbulos, los invito a darse una vueltita por:

Diario de un Poroto

Aviso: para aquellos que tienen los parlantes conectados, les aviso que tiene una musiquita, regalo de Perroxido.
Después me cuentan que les pareció, si?

lunes, 10 de septiembre de 2007

Cuando casa y hogar no es lo mismo

El primer departamentito que compré, lo sentí mi hogar desde el primer pie que posé en él... fue el resultado de años de mucho laburo, de ahorrar hasta la última monedita, de no gastar un centavo de más (y de un par de familiares copados que me prestaron los últimos manguitos que faltaban, lo cuales retorné en tiempo y forma, como correspondía).
Tardé 5 meses en mudarme a ese departamento luego de haberlo comprado, porque no tenía nada, entonces de a poquito hubo que empezar a comprar las cosas en millones de cuotas con tarjeta. Y cuando por fin quedó como yo quería, me mudé definitivamente. Era chiquito, de un ambiente sin divisiones, pero con un balconcito a cielo abierto, que me permitía ver el atardecer.
Entonces, no había cosa que me diera más placer que en los días de verano, llegar a horario del trabajo, y ponerme la sillita playera en el balcón, y así sin prender ninguna luz, poner música, preparar alguna bebida acorde y quedarme sentada ahí viendo el atardecer.
Eso me hacía sentir en mi hogar.

Y un día llegó el momento de progresar, y de pasar a algo un poquito más grande, así que puse en venta mi hogar, y compré lo que hoy es mi departamento. Desde que abandoné mi hogar, hasta que finalmente pude establecerme en mi casa, pasaron los peores 9 meses de mi vida, porque hubo problemas y no me lo entregaban, así que me ubicaron en una cajita de zapatos sin agua caliente ni calefacción, y allí pasé todo un invierno, bañándome con agua helada en días de 0 grados, cenando con la campera puesta, durmiendo con un colchón en el piso.
Hubo amenazas de juicio de mi parte, hubo amenazas de que me iba a quedar sin nada, de parte de los otros, hubo mucha pero mucha angustia.
Y cuando por fin me pude mudar a donde correspondía, se enfermó mi viejo y a los dos meses falleció.
Al poquito tiempo apareció mi negro adorado, y me ayudó a seguir poniéndole garra a esta casa, porque se le levantaron los pisos, y se encontraron otra variedad de defectos que nadie nos reconoció. Y así llegamos a lo que el departamento es hoy, con muchas cosas por arreglar, con faltante de muebles, pero habitable al fin.
Sin embargo, sigo queriendo un hogar... sobre todo ahora, que se agranda la familia. Sigo queriendo ese lugar donde llegar y sentirme absolutamente convencida de que no hay mejor lugar en el mundo.
Este departamento es nuestra casa, y no tengo lugar a dudas de que es mejor que nada, pero sigo sin sentirlo mi hogar.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Acá estoy!

Acá estamos, con ganas de escribir sin saber demasiado que, envuelta en un torbellino de emociones... y de síntomas!
Estuve un poco alejada de la PC, porque la verdad, cuando llego a casa voy derechito a recostarme... los síntomas están haciendo estragos: náuseas las 24 hs del día (por suerte sólo quedan en náuseas...), cansancio físico y sueño como si me hubiera pasado el día entero hombreando bolsas en el puerto, ganas de hacer pipí cada 10 minutos, y algunos dolores físicos que primero me asustaron, pero luego me enteré que supuestamente son normales.

La ansiedad me devora, quiero que se cumplan los 3 meses ya para poder contárselo a todo el mundo! por suerte hoy por fin voy a ver a mi doctora por primera vez, desde que tuvimos el resultado positivo, estaba esperando este día con muchos nervios... quiero que me dé las órdenes para los estudios, que me dé todas las indicaciones correspondientes, y principalmente necesito una voz idónea que me diga que viene todo bien...

El negro está como loco! le habla a la panza aunque adentro sólo haya un porotito mínimo que por ahora no entiende nada, y ya me preguntó seriamente que posibilidades tengo de conservar el tamaño actual de las "amigas" luego del embarazo (sí, señoras... un día me levanté y tenía un talle más de busto! jejeje)

Estoy pensando seriamente en abrir otro blog, donde contar todas estas cosas, y postear paso a paso lo que me va pasando al respecto, para dejar que Otra Gota vuelva a la "normalidad" (¿¿¿???), así que leo sus opiniones...

Gracias a todos por las cosas lindas que me han estado dejando, incluso a los nuevos visitantes a los que en breve devolveré la gentileza de la visita.