jueves, 6 de diciembre de 2007

Cagazos memorables (I)

Conversando con gente respecto a mi enorme tendencia a sobresaltarme (soy de las que pegan el saltito en la silla ante un ruido inesperado), me decían que si no hacía algo al respecto, un día se me iba a parar el corazón del susto.
Y así fue como empezó el recuento de todos los cagazos que he vivido (o sobrevivido?), para llegar a la conclusión de que del corazón debo estar muy bien, caso contrario no estaría contando esto.
Otra conclusión a la que llegué es que en su gran mayoría, los mayores sustos me los pegué estando de viaje, por lo que, siendo anécdotas dignas de perpetuar, se me ocurrió que podría ser entretenido postearlas en el blog.
Ergo, acá va la primera:

De cuando casi no sobrevivimos al Cañadón de la Mosca

Hace muchos años, siendo aún adolescentes, hicimos con mis viejos y mis tíos un viaje fabuloso, recorriendo en carpa, casi todo el sur argentino (llegamos hasta el canal de Beagle!). De este viaje en realidad se desprenden un par de cagazos memorables, pero el peor sin dudas fue cuando hicimos la parte del viaje entre El Bolsón y Bariloche.
El itinerario marcaba que debíamos hacer ese tramo de tarde, pero un desperfecto mecánico nos retrasó, llegando a esa ruta de noche.
El Cañadón de la Mosca es una ruta de montaña es decir, de un lado montaña, del otro precipicio, de puras curvas, y en esa época era de ripio (no sé si ahora estará asfaltada) , por lo que hacerla de noche, ya de por sí implicaba un riesgo muy grande.
Ibamos con una marcha muy prudente, nosotros adelante y mis tíos atrás. En determinado momento, el camino se ensanchaba, y mi papá aprovechó para despegarse un poco de la ladera de la montaña, pero mis tíos empezaron a hacer luces de manera muy insistente, por lo que mi viejo optó por detener la marcha.
Frenamos y mi tío se bajó en una carrera loca hasta nuestro auto.
"Que hacés loco de mierda! te querés suicidar??? Bajá del auto y fijate lo que casi acabás de hacer".
Nos bajamos y a escasos metros adelante, estaba el precipicio nuevamente... La ruta no se ensanchaba, era un mirador panorámico, del cual por la oscuridad de la noche no habíamos visto la señalización.
Yo tuve un ataque de nervios, pensé que me moría ahí mismito, me hice un bollito en el asiento de atrás y no volví a levantar la cabeza hasta llegar a Bariloche.

8 comentarios:

r.- el corre ambulancias dijo...

la primera vez que nos fuimos a mendoza con los chicos, en una de las recorridas, nos fuimos hasta el cruce con chile. de ida, mientras muy tranquilos mirabamos el pricipicio de un lado, y la montaña del otro, se nos aparecieron dos camiones Mack (unos que son frontales, muyyyyy grossos), uno al lado del otro, los muy turros, y ocupando toda la ruta. creo que fue la primera vez que senti como perdia un latido del corazon, xq se me paro ahi nomas
agradezco que el señor camionero que ocupaba nuestro lado de la ruta el haberse corrido

ahh, y a la vuelta de la excursion, un grandisimo hijo de mil putas estaciono medio auto en la ruta y medio en el mirador, justo a la salida de una curva, ergo, segundo latido que perdi en el dia

Calio dijo...

Odio viajar por el cerro de noche, no me importa cuan experimentado sea el chofer que me lleva, siempre hay un bol*** alegre que no tiene idea y se mete por donde sea.
Si tengo que hacerlo si o si me duermo. Mejor no enterarme de nada.

besos

Araña Patagonica dijo...

Te juro que leerte me detuvo el corazón porque le tengo pánico (PANICO) a la altura y de tan solo imaginarlo me dio terror.

Al igual que r.-, en un viaje a brasil en auto, yendo por misiones, en un tramo entre montes con subidas y bajadas, curvas y contracurvas, se nos metieron 3 (tres) camiones de combustible pegados literalmente entre ellos adelante que nos llevaron casi 50 km. a no más de 40 km. por hora.
En un tiro, el chofer, hinchado las pelotas de la hijaputez de los camioneros, dijo: "ya me hincharon las pelotas, los voy a pasar".
Vi un Scania de frente, escuche una frenada, cerré los ojos, me di vuelta, agarre a mis hijos que estaban sentados atrás y los tiré al piso.
No me preguntes que pasó, porque nunca más le volvi a dirigir la palabra al sr. que manejaba (un cuasi familiar) durante el resto del viaje.

Anónimo dijo...

Jajajajaja Me río de los nervios... qué horror, negra... qué horror horripilante.

Cuando te das cuenta que casi cagás fuego te da tal ataque que te terminás matando solo. Igual... amo viajar hecha un bollito en el auto y ni saber dónde estoy jeje.

Besotes

ItoCuaz dijo...

Alguna vez el carro se me coleó en semejante situación... Sentí el vértigo, pero no miedo, miedo no.

ani. dijo...

No he pasado por tales situaciones, para mi suerte, ni ganas tengo de experimentarlas! Por eso es que no voy más allá de Luján, je.

Marlena dijo...

r.-: Los caminos de montaña quitan el aliento... cuando subimos al Cristo en mendoza, con el negrito hace un par de años, aunque nunca se lo reconocí, la verdad que estaba un poquito "fruncida" jejeje. Besotes
Cali: Sí, creo que la de dormirse es la mejor opción! Me hiciste reir, xq en este caso el boludo alegre fue mi pobre viejo jejeje... Y encima él después de los nervios se reía. Por lo menos tuvo uno anécdota para contar durante unos cuantos años. Un beso enorme
Arañita: Que cagazo, por dió! vos también tenés para postear un cagazo memorable, eh?! Yo tengo uno de ruta con auto de frente también jeje. Besitos
Zorrita: Es raro, porque en vez de ponerte contenta porque te salvaste, te entrás a dar manija y sufrís por lo que podría haber pasado! Yo me imaginaba la escena tipo película, cayendo a los tumbos por el precipicio... un horrorrrrrr. Un beso grandote
Ito: mmmm nunca pude diferenciar muy bien el vértigo del miedo... Me alegro de que pases por aquí aunque sé que estás a full con la facultad! Espero que te vaya muy bien en tus exámenes. Un beso enoooorme.
Ani: la verdad que a pesar de los cagazos, amo los viajes! y los cagazos me sirven para cosechar anécdotas jejeje. El otro día le decía al negrito, cuando sea grande (¿?) quiero ser turista ;o) Besosssssss

J F M dijo...

jajaja...yo soy de alla...

si habre sufrido esas curvas...

hace años se habilitó el nuevo camino, sin precipicios, pavimentado...estas invitada

saludos, buen blog