viernes, 24 de agosto de 2007

Y si no quiero, que?

Hace unos años, luego de haber tocado fondo (como ya he contado en algún viejo post), una de las motivaciones para volver a salir a flote fue la férrea decisión de no hacer cosas por obligación (salvo contadas excepciones, dentro de las que podría nombrar por ejemplo, el hecho de trabajar).
Me cansé de tener que ir a tal o cual lugar por obligación, de tener que llamar a tal o cual persona para quedar bien.
Decidí hacer sólo aquellas cosas con las cuales me sintiera bien, cómoda, satisfecha.
El problema con esta decisión, es que no es comprendida y mucho menos aceptada por casi nadie más... y lo que más me asombra de todo esto, es que no me importa.
Al fin y al cabo la vida es una sola, que sentido tiene provocarse uno mismo las incomodidades, si ya bastantes malestares inevitables nos regala la vida en sí?
Un ejemplo real:
El negro trabajando en el turno de la noche un sábado... decido aprovechar para quedarme en pantuflas y pijama, tirada en mi sillón predilecto, comiendo chocolate y mirando una película romántica, con la única compañía de mi perro recostado a los pies. En paralelo, hay una reunión en casa de amigos, mucha gente a la que realmente aprecio, buena comida, buena bebida, buena música... pero así y todo, prefiero mi plan original. Consecuencia? unos cuantos amigos ofendidos, y una noche mía y sólo mía, absolutamente placentera.

Es por eso que mi círculo de amigos se redujo notablemente los últimos años, porque sólo me quedaron los amigos que comprenden que uno debe hacer las cosas porque le surgen naturalmente, y no por obligación, para evitar que alguien se enoje.

A veces nos preguntamos con el negrito, si estamos tan mal, tan equivocados... Su respuesta luego de mucho disertar, siempre es la misma: "somos felices? Si. Entonces todo lo demás, no importa".

13 comentarios:

ani. dijo...

la cuestión, como siempre, reside en que la única forma de estar en paz consigo mismo es hacer lo que uno quiera, cuando y como quiera, ajustándose a las consecuencias.
También he recibido (en tiempos lejanos que van de la adolescencia a la juventud) reproches tildándome de antipática u odiosa por negarme a idas y venidas y reuniones y lugares; siempre privilegié lo que interiormente me venía bien: leer, estar en mi propia compañía. Así estoy: muy pocos amigos, sólo los que entienden. No está mal.

ani. dijo...

perdón, olvidé saludar: buen fin de semana, un beso!

Henrieta R. Hipo dijo...

Yo hago algo parecido. Me molesta mucho que me digan "tenés 20 años ¿como no vas a ir a tal lado? no importa si no dormís!", soy feliz durmiendo; salgo y duermo, no me gusta seguir de largo. Es un ejemplo nomás.
Pero no me gusta hacer lo que no me gusta que me hagan. Ponele, si yo invito a algún amigo a mi cumpleaños (es un ejemplo no más), no me gustaría que no fuera porque prefirió quedarse mirando la tele. Entonces eso yo no lo haría, pero corre por cuenta de cada uno.
No lo veo como hacer o no cosas por obligación o compromiso sino por cortesía, a veces. Obviamente que si sé que no voy a estar cómoda en X situación, no la acepto o la piloteo.
Otro ejemplo: este año una ex compañera a la que quiero mucho festejó su cumple en un boliche RE cheto de Puerto Madero. Ya me imaginaba que iba a ser así y pensé en no ir pero después reflexioné y pensé "es el lugar que ella eligió para festejar su cumpleaños y a ella le gusta, no puedo dejar de ir porque a mi me molesta". Fui, me quedé un rato, cumplí, ella se puso contenta porque hacía mucho que no nos veíamos y me fui a mi casa. Todos contentos.
Qué se yo, a veces me pongo en el lugar de los demás cuando me voy a comportar de tal o cual manera, a ver cómo me sentiría yo si me hicieran lo mismo.

Besos!!!

Calio dijo...

Mucha gente confunde el "disfrutar tiempo de calidad con uno mismo" con "sos una amarga porque no salis a ningún lado"... Cuando uno se siente obligado es posta que termina rencoroso y no hay peor cosa para la amistad.
Mejor pocos amigos pero que contribuyan con su deseo de felicidad. Sana decisión.

Besitos

Araña Patagonica dijo...

El tema es buscar el equilibrio como dice Jes.. a veces ponerse en el lugar del otro, aunque sea un cachito.
Yo estoy en ese trance de hacer lo que realmente me plazca y pensar un poco más en mi, que bastante falta me hace y de no hacer cosas por obligación, por quedar bien, por caer bien.
Yo soy así.. y el actuar de esa forma, más de una vez me ha hecho sentir mal o incómoda.
Siendo mas "yo" me siento mucho m´s en paz.. guste o no..

Besos y buen finde..

El Mostro dijo...

Y haces bien. Me invitaron a una casa hace 15 días, "No voy"
"¿Como que no vas?"
"No tengo ganas"
"¡...!"
¿A trabajar vas?

Besos.

ItoCuaz dijo...

Ay Marlena... No sabes cuànto te entiendo, tanto que hasta parece que yo mismo escribí este post. Sí, yo también toqué fondo(jajajaja, a mis 20 años pero eso no me quita tal privilegio), al salirme de la escuela; dejarlo todo e irme a la Fac de Filosofía(historia que ya te he contado algunas veces)... Y también llegué a la conclusión de que la mejor manera de ser feliz es ser siemplemente quien te de la gana ser. Yo también perdí muchas amistades al ausentarme de muchísismas reuniones en las cuales uno finje hasta la hipocrecia. En fin, ahora muy pocos comprenden que YO SOY feliz estando en mi casa, leyendo, escribiendo, viendo TV en noches de sabado... Y sabes? Quienes entiendes que eso me hace feliz siguen siendo mis amigos; pocos, pero mis amigos!

Te mando un beso

J. dijo...

sos tan feliz cuerva que t has olvidado de algunos bloggers ... jajaja saludos

Anónimo dijo...

Claro, claro, si se enojan o se ofenden, entonces no eran tan amigos tuyos, no?

Mejor quedarse con pocos pero buenos amigos.

...

Trabajar por obligación me parece peor que ir a una fiesta por obligación.

CARO dijo...

No estas mal nena, yo me quede casi sin amigos por circunstacias de la vida, pero se que los pocos que tengo son de fierro y valen su peso en oro.
Si sos feliz, vos y el negro, no importa nada mas
besos

Hurricane dijo...

La respuesta sería "Y si no quiero, nada"
A veces llegar a eso cuesta amistades, o cuesta terapia. Pero es necesario. Cuando podemos llegar al ¿y si no quiero? también abarcamos el ¿y si se me antoja?
Saludos

Marlena dijo...

Ani: Es que no es mucha la gente que puede comprender que exista alguien que disfrute de su propia compañía... Yo también de a poco, me fui quedando sólo con aquellos amigos que entienden. Te mando un beso grande.
Jes: Ahí está el asunto, si una amiga prefiere quedarse en su casa en lugar de venir a mi cumpleaños, no me molesta, lo respeto, porque tendrá una buena razón seguramente, prefiero que se quede en la casa y no que venga para cumplir y que yo no me sienta mal. Por eso, pretendo que mis amigos sean de la misma forma conmigo.
Yendo a tu ejemplo, hace unos cuantos años, una de mis amigas festejaba su cumple en el Golden y yo le dije que no iba a ir, porque siempre me parecieron desagradables los shows de strippers; entonces ese mismo día a la tarde, fui a la casa, tomamos mate juntas toda la tarde, la ayudé a prepararse para salir, y cuando todas se iban de joda, yo me fui a mi casa. En conclusión, estuve con mi amiga, y le pude demostrar que aunque no haga cosas por obligación, que no me gustan, eso no significaba que la quisiera menos. Besotesssssss
Cali: Es que los que te comprenden (o por lo menos te respetan) en esas decisiones, creo que son los verdaderamente amigos. Te mando un besote
Araña: Si debo hacer algo por obligación para no lastimar a alguien, probablemente lo haga, por eso decía que hay algunos casos excepcionales. Pero si lo que tengo que hacer es sólo para quedar bien, para que alguien no se enoje, para pertenecer, no, gracias... en esos casos haré sólo lo que me nazca de adentro. Además hay un tema que puede sonar un poco egoísta, pero no por ello menos real: los demás, se ponen en lugar nuestro? o somos siempre nosotros los que nos ponemos en lugar de los demás? Coincido con vos, en que siendo más yo misma, me siento mucho más en paz. Te mando un beso gigante!
Mostro: Antes que nada, bienvenido por esta humilde morada. Segundo: a trabajar vengo, hoy por hoy porque no me queda otra alternativa... pero recuerdo con nostalgia la época que lo hacía con absoluta felicidad. Un beso
Ito: Y yo me pregunto, aquellas amistades que perdiste por no fingir, eran realmente amistades? o eran personas del momento? Una vez escuché decir a alguien, que aquellas personas que no pueden disfrutar el silencio, es porque tienen demasiado ruido dentro de sus propias cabezas... creo que algo parecido aplica para aquellos que no pueden disfrutar de su propia compañía. Un besote!
Javi: Mi estimado cuervo, está usted muy equivocado! Le comunico que paso por su blog cada vez que actualiza, el problema es que no siempre tengo tiempo de comentar (igual, los últimos comments que le dejé, no me los contestó!). Te mando un beso grande, todavía digiriendo el empate sobre la hora...
Amaliovilla: Eso fue lo que entendí con el tiempo, y lo que me lleva a no sentirme tan mal... los verdaderos amigos, comprenden. Lo de trabajar por obligación, creo que es lo que hacemos la mayoría, o no? Un beso grande
Caro: Siempre digo que descreo que la gente que tiene un millón de amigos... cuando estás en la mala, de ese millón quedan 2 ó 3 nomás. Te mando un besote!!!
Hurri: Tenés mucha razón, cuesta mucho, pero la verdad que lo vale. Y mientras uno no le haga daño a nadie, por que no debería adoptar esa filosofía?
Un beso grande

Henrieta R. Hipo dijo...

Entiendo tu punto y me parece bien. Creo que mi problema es que me la paso preocupandome por que los demás (amigos, claro) no se sientan mal en vez de, cada tanto, preocuparme por mi. Yo sé que si hago o dejo de hacer cosas que me gusten, ellos no se van a enojar y no me van a reprochar nada, yo tampoco lo haría. Igualmente nunca hago cosas que realmente me molesten o me pongan de mal humor sólo para hacer sentir bien a alguien, así sería al pedo, pero si la situación se puede tolerar no veo problema. De todos modos, algunas actitudes me parecen sumamente egoístas y no puedo ser así, no me sale.
Cuando por fin me decida a irme de Buenos Aires, no sé qué puede llegar a pasarme en ese sentido.