Cuando el libro lo elige a uno...

Había estado esperando cobrar, entre otras cosas, para cruzarme a la librería y abastecerme de lectura suficiente para todo el mes.
Tenía un par de títulos en mente, uno que me debo hace rato, y un par de recomendaciones, así que terminada la jornada laboral, me crucé a Distal, y directamente sin pérdidas de tiempo, encaré a uno de los empleados para solicitarle que me indique donde encontrar los títulos que pensaba comprar.
Me llevé una gran decepción cuando el muchacho en cuestión se lamentó de no poder ayudarme, porque los tres títulos solicitados, están agotados (es que soy poco original? o a todo el mundo se le antojó leer lo mismo al mismo tiempo?).
Ya era tarde, y no estaba con tiempo para caminar un par de cuadras hasta la próxima librería, así que con un poco de mufa, me encaminé hacia la salida, resignada a que mis ganas de leer esperen hasta el otro día... pero como siempre, dada mi torpeza natural y a que no sé por qué extraña razón suelo andar por la vida cargada como el ekeko, en mi camino a la salida casi tiro una pila de libros de las mesas centrales. En mi afán por arreglar el desorden ocasionado, me topé con esta joyita:

Recién editado, desconocía su existencia. Cuando lo ví, en principio no entendí de que se trataba, y estuve a punto de acomodar la pila y seguir viaje, pero algo me hizo volver a tomar un ejemplar y prestarle más atención.
Fue así que, ejemplar en mano, volví sobre mis pasos y le dije al muchacho (quien aún me miraba con actitud desconfiada), "me llevo este".

Debo decir que me estoy encontrando con un libro absolutamente delicioso, donde al mismo tiempo que aprendo que es un lipograma o un lapsus linguae, me muero de risa con las referencias a las obras de Les Luthiers, y me deleito con historias del grupo que no conocía, todo esto contado desde adentro.

Estoy feliz con mi nueva adquisición, y de paso voy calentando motores para la expo que arranca el 16 de agosto.