Fuerza Bruta

Si querés llegar al teatro, ocupar plácidamente tu butaca, esperar a que bajen las luces y los actores desarrollen una obra con introducción, nudo y desenlace... no vayas a ver Fuerza Bruta, porque no es para vos!

Fuerza Bruta es justamente todo lo contrario, es adrenalina a pleno, es euforia... Es estar de pie, recorriendo junto a los actores su mismo escenario, es ser parte de la obra y es darle a la misma ni más ni menos que el significado que a vos te parezca.
Aunque esto último no es obligatorio... podés irte sin intentar buscarle significado alguno, y de todas maneras lo habrás disfrutado hasta en la última de tus células. Porque conmueve de tal forma tus sentidos, que de golpe te encontrarás saltando desaforadamente debajo de la lluvia y no te va a importar nada... nada más que gozar del momento. Por momentos vas a sentir que el/la/los actores están sintiendo lo mismo que vos, te va a latir el corazón tan fuerte que te va a confundir y tu cerebro va a tener luego la duda de si estuviste realmente ahí o fue tan sólo un sueño extraño.

Está muy bien organizado... con una previa super cool, donde encontrarás desde adolescentes a la moda, hasta matrimonios arriba de los 60 pirulos, sentados en el piso compartiendo codo a codo con las chicas de zona norte y los chicos del barrio, con parejitas de novios, y con matrimonios junto a sus hijos adolescentes. Es una diversidad absoluta, pero de manera extraña, absolutamente en armonía. Podés tomarte una cerveza en unos sillones super cancheros, o un paty y una coca tirado en el piso, podés ir de jean y zapatillas (lo más recomendable por cierto) , de bermuda y ojotas, o de pollerita y tacones, y todo da absolutamente igual... nadie te/se juzga, sólo disfrutan el momento. No se hace cola para entrar, se deambula por la "carpa" hasta que se abren las puertas y todo el mundo en extraño orden ingresa; de ahí en más, el resto es magia.