Hoy tengo permiso

Tengo permiso para estar triste... estoy autorizada a llorar hasta que me quemen los ojos, y las sienes me exploten en cada latido.
Hoy tengo permiso para estar mal a mis anchas, para no tener consuelo...
No pienso negar el dolor, no voy a hacerme la mujer dura... no voy a sacar a pasear mi sufrimiento, pero tampoco lo voy a esconder bajo la alfombra.
Hoy, 18 de diciembre, se cumplen dos años del fallecimiento de mi viejo, y es una herida que va a doler así sea que se cumplan 20 años... como va a doler cada día del padre, cada cumpleaños, cada día que su ausencia se haga notar aun más que cualquier día normal.