Tengo un tema con esto de la
suerte. Para mí la suerte está asociada pura y exclusivamente con el azar. Todo lo demás, es causa-efecto...
Y este post me viene dando vueltas hace rato, porque siempre que se habla del tema, mi postura provoca reacciones negativas en la gente, pero no lo voy a seguir esquivando.
Creo que de todas aquellas cosas que le achacamos a la
suerte, sólo un escaso porcentaje tiene que ver realmente con una cuestión de suerte; el amplio porcentaje restante, son meras consecuencias de cosas que nosotros mismos generamos.
Quizás algunos ejemplos sirvan para clarificar mi postura:
* Una frase que escuché millones de veces es "vos porque tuviste la suerte de poder comprarte tu propio departamento"... Suerte???? Ok, si tener dos trabajos y no comprarme ni un par de medias para no gastar, si irme de vacaciones a la costa cuando el resto de mis amigas se iban al exterior (era la época del 1 a 1) o a veces hasta ni siquiera irme de vacaciones, si todo eso es suerte, entonces sí, tuve suerte (¿?).
* Tengo un caso familiar muy cercano, al que las cosas le van para atrás, y mi querida madre utiliza a menudo la frase "y que querés? pobre, tiene mala suerte!". NO, si cada vez que conseguís un trabajo, te peleás con tu empleador cuando no se hace todo según tu criterio; si cuando a los 17 años no obtuviste tu permiso para casarte, a propósito hiciste que te dejaran embarazada para salirte con la tuya; si los médicos te dicen que hagas una cosa y vos hacés absolutamente lo opuesto, eso señores, NO ES MALA SUERTE, es consecuencia de actos negligentes. A mí no me jodan con la suerte.
Entonces, creo que muchas veces es una salida simplista echarle la culpa a la suerte de las cosas que hacemos mal. Es mucho más fácil decir "tuve mala suerte", en lugar de decir "pude hacerlo bien, pero la cagué".
También es más fácil para los demás decirte que tuviste suerte, en lugar de reconocer que obtuviste lo que te merecías por tu gran esfuerzo.
De todos modos, creo que a veces también pasa por expresiones idiomáticas usadas por costumbre y no realmente siendo literales. Es decir, infinidad de veces cuando me preguntan
como estás?, contesto "bien, por suerte", y no es que crea que es por suerte realmente. Pero en tal caso, también digo "por dios!" muy a menudo, y yo no creo en dios, así que no aplica...
Suerte, amigos míos, sería ganarse el Telekino, que esta semana tiene pozo vacante!!!