De como todo cambia, en una fracción de segundo

Esta semana fue una de esas donde mi deseo de tener un bate de baseball, se hizo más intenso que de costumbre.
La gente que está cada día más loca, el caos de tránsito, el paro de subtes, el paro de aeronáuticos, el trabajo desorganizado, más caos de tránsito y la gente que se pone más loca, más desorganización en el trabajo y te tenés que quedar apagando incendios hasta cualquier hora, el colectivo que se desvía y te deja a más cuadras que de costumbre, y más caos de tránsito...
Hoy llegué a la oficina y estaba mal, agotada de tanto caos generalizado, anhelando el bate de baseball, y en medio de un "intercambio de opiniones" laboral, me suena el celular y atiendo: una vocecita dulce que grita "holaaaaaaa maninaaaaa!!! cuano menís? tengo un cuetito nuevo de capeducita y uno de aladino, menís a leed comigo?" (la traducción de esto sería "hola madrina, cuando venís? tengo un cuentito nuevo de caperucita y uno de aladino, venís a leer conmigo?").
Estuve como 5 minutos hablando con mi ahijado de 3 años, me contó todo lo que estuvo haciendo y lo que quiere hacer cuando venga a casa, en su idioma propio pero que casi entendí por completo, y al final me tiró besitos... Luego me pasó con su mamá, que me contó que el nene se pasó toda la semana hablando de mí, y que capaz me lo traiga el finde.
Cuando corté, me vinieron dos cosas a la cabeza, primero me acordé de algo que posteó Hurri hace poco, y después reaccioné, y por suerte, pude volver a darme cuenta cuales son las cosas que realmente importan.
Estoy de excelente humor! y cada vez que alguien se empeñe en cambiarlo, trataré de recordar la llamada que recibí hoy, la mejor conversación telefónica de mi vida, por lejos...