Hay algo que me pregunto desde siempre, y por más vueltas que le dé al asunto no logro descularlo...
Me refiero a mi irremediable tendencia a llorar en los finales de las películas, que de una forma u otra, son emotivos.
No importa si la película tiene final feliz o no, si es emotivo, lloro como una criatura. Obviamente, la intensidad y la duración del llanto son inversamente proporcionales a cuan feliz sea el final.
Cuando empiezo a sentir el nudo en la garganta, me repito mentalmente "es sólo una película, es sólo una película...", pero casi nunca funciona.
Traté en vano de encontrarle el meollo al asunto, pero no hay parámetros que se puedan tomar en cuenta, no depende de mi estado de ánimo, ni de si estoy sola o acompañada, ni siquiera de la cantidad de veces que haya visto la misma película, probé de ver la misma película en varias ocasiones y en diferentes condiciones, e idefectiblemente en el final emotivo, lloro.
Justamente, el otro día viendo la película "Los Chicos de mi Vida", que tiene un final muy lindo donde casi todos son felices y comen perdices, lloré como una condenada, y cuando terminó no me podía dormir tratando de pensar cual es el chip que me falla en el cerebro... Por qué lloro, si terminó bien y todos son felices? es más, para que la ví, si iba a llorar igual sea cual fuere el final? es decir, si lloré con un final feliz, si hubiera terminado mal, creo que todavía estaría llorando.
Es por este motivo que no voy al cine a ver películas dramáticas, esas las dejo para el DVD o el cable. Al cine voy a ver las otras.
Todavía me avergüenzo de mi cara deformada de tanto llanto cuando fui a ver "Corazón Valiente" (Braveheart), de Mel Gibson, aunque en este caso fue ligeramente distinto, porque no lloré en el final, sino desde que empezó hasta que terminó!.
Tal vez sea muy sensible, tal vez sea medio pelotuda, pero cada vez que me pongo a ver una película dramática, por las dudas dejo a mano la cajita de pañuelos descartables...
Hace 6 meses.