sábado, 24 de marzo de 2007

Decepciones

Hay un vicio del que me deshice casi por completo (y digo casi, porque cada tanto me sorprendo cayendo nuevamente), cuando descubrí que me estaba arruinando la vida...
Más que una característica de mi personalidad, se había convertido en un vicio que me hacía una persona infeliz la mayor parte del tiempo.
Estoy hablando particularmente de hacer o decir cosas, esperando una respuesta o reacción específica de la otra persona... obviamente, el no obtener esa repuesta o reacción, conllevaba una decepción muy dura de soportar.
Me costó mucho comprender que todos somos tan distintos e impredecibles! Que no todo aquel que yo creía conocer, iba a proceder como yo lo haría en tal o cual situación...
Me encontraba ante la encrucijada de verme agradecida por una muestra de sinceridad, y aprender de ello, o sufrir por no haber obtenido la respuesta deseada.
Llegué incluso al punto de elaborar mentalmente una conversación, donde sabía perfectamente lo que contestaría la persona del otro lado, y cual era el resultado de esto? que apenas mi interlocutor me diera una respuesta no esperada, se desmoronaba mi esquema y me quedaba sin saber como seguir.
Afortunadamente, en ese punto de inflexión que tuvo mi vida hace tiempo atrás, y que me permitió entender muchas cosas, me puse como meta abandonar este comportamiento autodestructivo, y me siento mucho mejor.
Entendí que no todos reaccionan como yo lo haría, que no todos tienen las mismas convicciones que yo tengo, que el mensaje que yo envío no siempre llega del otro lado con el mismo entendimiento con que lo quise expresar, y que en el caso de que así sea, puede ser también que no sea aceptado o compartido.
Son los riesgos de comunicarse, del ida y vuelta, de la no existencia de la verdad absoluta respecto de algo. Podemos meternos en una burbuja donde nadie nos lastime, ni nos malinterpreten, ni nos discutan, ni nos contradigan, y por lo tanto no nos decepcionen; o podemos elegir comunicarnos, respetarnos y no esperar algo preciso, sino abrirnos y ver que del otro lado hay personas totalmente diferentes a nosotros, que sienten y viven diferente, que tienen otros contextos y otras experiencias de vida.

8 comentarios:

ItoCuaz dijo...

Son las cosas raras de la vida, el lenguaje... que pasaría si todo el mundo te contestara y reaccionara como tú esperas y quieres???? Qué chinga, que aburrido!!!! no crees??? Además, tienes mucha razón, con tu nueva perspectiva se aprenden muchas más cosas!!! Te mando un beso, enorme

J. dijo...

te curaste? deberías darme la receta, yo no puedo. siempre espero que el otro reaccione como yo pretendo o como yo lo haría
saludos

Antonio Mathe dijo...

Como siempre muy inteligente !!!
Pero aclarando primero que adhiero a lo que decís, y los comentarios que siguen en alguna medida la misma línea , me gustaría agregarte otro óptica o ángulo:
Desde que nacemos ( y no se si hasta que morimos porque me falta esa experiencia ), buscamos de forma mas visible, o no, que nos quieran, que no es lo mismo que gustarle a todos !!
Cuando decimos o mostramos algo nuestro generalmente elegimos a quien lo que nos dá ciertas grantías, pero cuando se hace como por ejemplo en un blog, no tenés al interlocutor ubicado, y allí se nota , que aunque necesitemos el disenso, la opinión diferente, igual subyace, la necesidad de leer " entre líneas aunque sea " que opinen igual o no, " les llegamos con lo nuestro " , los movimos y por lo tanto, no solo confirman con ello, que estamos ambos vivos, sino además, que la vida no es mas que quererse y en función de ello querer al otro, " amar al prójimo como a ti mismo " o sea no podés amar sino te amas, y amarte, se hace mediante " espejos " que nos devuelven los demas una imagen de uno " querible ".
Un beso

Araña Patagonica dijo...

Nos sabés como he sufrido en determinados por momentos de mi vida por lo que decís..
Siempre esperando lo que deseamos.. y tratando de entender por que no sucede..
Pero con el tiempo va pasando.. y ese: "yo hubiera hecho tal cosa en su lugar" ya no se me cruza tanto por la cabeza.
yo tambien estoy aprendiendo a que no me haga daño aunque te confieso que todos los días de mi vida me sigo sorprendiendo por las cosas que escucho de mis seres queridos.. pero cada vez duele menos.
beso grandes y que mejore la pata..

Yo...! dijo...

Le cuento marlena que soy una persona muy calculadora (por decirlo de alguna manera), siempre estoy con la cabeza a mil pensando que va a pasar o que paso. Y me encanta recibir la respuesta que no espero. Una de las que cosas que me gustaban (o gustan) de mi ex es eso, que siempre me sorprendia. Y bueno, por supuesto de mi ahijado (6 años)... Me fascina hablar con el y ver con que me sale... Arrivederci!

Marlena dijo...

Ito: Es como dices, supongo que tarde o temprano, uno se aburriría. Pero cuando se padece ese tipo de comportamiento, el raciocinio no es el motor, sino la inseguridad (por lo menos, lo fue en mi caso) y cuesta horrores centrarse y darse cuenta de que cada cual, actúa movido por emociones y percepciones propias, probablemente muy distintas a las de uno. Una vez que se entiende esto, es mucho más fácil dejar fluir las cosas con naturalidad.
Te mando un beso grande!!!
Javi: Podría decirse que me "curé", me gustó esa forma de verlo. Cada tanto parece que estoy por enviciarme nuevamente, pero estoy muy atenta para no dejar que suceda. No sé si hay receta, en mi caso fue una pequeña parte de un gran cambio. A mí ese comportamiento me estaba enfermando la cabeza, y puse un punto final, dejando que las cosas sean "como tengan que ser", maquinando un poco menos, y enfocando la energía en lo positivo en lugar de hacerlo en lo negativo. Da para charlarlo largo y tendido... Te mando un beso cuervo!
Antonio: Muy válido tu enfoque, aunque en particular me refería más al contacto persona-persona y no sé si lo que quise expresar puede aplicarse a algo tan volátil (por llamarlo de alguna manera) como un blog. De todos modos, coincidimos absolutamente en que para querer a otros, primero se tiene que querer uno, y por eso te repito lo que le decía a Ito, en mi caso fue un comportamiento resultante de una gran inseguridad hacia mí misma. Un beso,
Araña: Exacto! Ese es el mayor problema, que después uno se queda maquinando por qué no sucedió como "debía" (es decir, como nosotros pensamos que debía ser). Y eso es lo que produce más sufrimiento, y trae mil preguntas improductivas (la típica es "que estoy haciendo mal?", o no?). Y tal como vos decís, cuando más duele es cuando viene de los seres que vos amás, y que por lo tanto creés conocer tan bien. Me alegro de que puedas lograr que cada vez haga menos daño, y cuando quieras, tenemos material para charlar largo y tendido. Un besote!
Yo...!: Yo también siempre estoy pensando a mil, pero lo que trato permanentemente es de no calcular las respuestas, y dejarlo ser... Lo de los niños es un tema aparte, es fascinante como decís, esa espontaneidad, esa honestidad brutal jejeje. Yo tengo un ahijado de 2 años y medio, y me mata con las salidas que tiene! Marchen dos baberos por acá! jajaja. Gracias por pasar, un beso grande.

Flor dijo...

Siempre hablamos de esto con una amiga y la conclusión es: cuantas más expectativas ponemos en los demás, más nos decepcionamos.
Cuesta despegarse de ciertos esquemas mentales... pero vale la pena el esfuerzo. Es mucho más sano ¿no?
Besos :)

Antonio Mathe dijo...

Tengo necesidad de decir dos cosas:
Primero, una decepción es no encontrar una entrada nueva de Marlena aquí !!!!
Segundo; Va para Flor: Yo creo que todo se trata, de aplicar la sabiduría que la vida nos vá dando, tenemos que separar nuestras expectativas sobre el otro, de lo que es el otro, y lo que en nuestro interior, le exigimos que sea.
Cuando realmente queremos al otro como es, o sea que auténticamente nos impresiona y nos "gusta "su ser; no habrá expectativas nuestras puestas en el, solo nos dejaremos impregnar inocentemente de lo que es y le sale, porque ya en un momento " mágico e imperceptible " lo aceptamos, y entonces lo que venga de el, no nos puede decepcionar.
La decepción solo es el cotejo entre lo nuestro y lo del otro, prevaleciendo lo nuestro, entonces, si se adecúa, bien, sino , decepción.....valoremos no al otro ( aunque no viene mal ) sino a nuestra primaria elección del otro, para permitirnos oir, ver, sentir, etc, del otro cosas que no esperábamos de el...( no encajan con nuestra expectativa ) pero si lo vemos en profundidad !!!estaremos aceptándo nuestra decisión de incorporarlo a nuestra vida como importante !!!!
Claro que nos decepcionan !!!!! pero si respiramos, tomamos oxígeno " de afuera de la relación de a dos " podemos llegar a entender, que lo que " uno no quiere dos no pueden " que no seamos nosotros el " que no quiere " , esto nos sacará un peso enorme de encima !!!!!
( Te / les cuento que esto no es instantáneo, pero después de un tiempo, se puede.)