A mis tiernos 16 años me sucedió algo bastante raro. Un día así de la nada, empecé a sufrir un intenso dolor de cabeza, fobia a la luz, mareos vertiginosos (algo así como ver la vida desde adentro del lavarropas... cuando está en la fase de centrifugado), y terminé internada, porque a simple vista parecía una meningitis.
El tema era que no había fiebre, por lo tanto, la meningitis se descartó enseguida. Y ahí empezaron los estudios, que análisis de sangre, que electroencefalogramas... 15 días de internación de aquí para allá, porque para colmo de males, estaban en un hospital público y en aquel entonces, un tomógrafo no se encontraba en cualquier lado.
Durante esos 15 días, fui la más mimada, mi cama era un desfilar de gente con regalos y no entendería muy bien por qué hasta algunos años después.
Un día los síntomas empezaron a desaparecer así como habían aparecido, y cuando desaparecieron por completo, me dieron el alta atribuyéndolo a algún virus extraño que no habían podido identificar.
Yo seguí mi recorrida neurológica, finalmente tuve mi tomografía (6 meses después) y todos nos quedamos tranquilos de que no pasaba nada.
Algunos años después, habiendo quedado todo esto como anecdótico, mi mamá me contó que mientras había estado internada, los resultados de los estudios eran tan malos, que le habían dicho que yo tenía un tumor cerebral, y me quedaban pocos meses de vida!!!.
=====================================
Hace dos semas empecé con un dolor de cabeza bastante fuerte... pasaban los días, y no se iba. Traté de seguir con mi vida normal, tomando analgésicos, que hacían aflojar un poco el dolor, pero no llegaban a borrarlo por completo.
Hasta que ayer, me desperté con la sensación de que la cabeza literalmente me iba a explotar (Scanners, un poroto al lado mío!), y de golpe me volvieron todos los fantasmas de hace 17 años atrás; me asusté realmente.
Mi marido me llevó de urgencia al sanatorio, y me internaron. Suero con analgésicos, y tomografía (los beneficios de la salud privada, a la media hora de internada, ya me habían hecho los estudios).
Tres sueros y unas cuantas horas después, vino a verme un neurólogo con los resultados. Cuando me dijo que la tomografía era normal, me volvió el alma al cuerpo, y yo no sé si se me notaba en la cara o qué, porque el médico me dijo "quedate tranquila que no tenés un tumor, eh?!". Claro! se hizo el gracioso porque no sabía una parte de la historia!
Bueno, en definitiva, el diagnóstico es que soy una auténtica "chica migraaaañaaaaa" (referencia a la historieta de MTV), ahora se viene un finde de reposo y analgésicos, y a tachar los días que faltan para las vacaciones!